8/04/2006

Moradín, te extrañaré


El otro día fui al cumpleaños de mi queridísima amiga Tere. Estaban muchas amigas, también muy queridas, por lo que la noche pintaba para muy agradable. Pero la verdad yo no estaba preparada para lo que venía. Ahí estábamos, puras mujeres, chachareando de lo lindo. Cuando de repente llegó Pilar, una amiga de Tere. Yo, inocente, le pregunté "¿Cuándo me devolverás a Moradín?" Y ahí se me vino el mundo encima. Explico: Moradín no es otra cosa que un bello objeto vulgarmente denominado como vibrador. En este caso, Moradín tenía una incapacidad: no vibraba. Pero era un noble objeto de color morado intenso, que evocaba sin estridencias al objeto que reemplazaba, sin exageraciones de tamaño ni desagradables precisiones anatómicas del orden de venas o pliegues, que me podrían matar del asco. Tenía un origen noble: venía directamente desde Suecia. Pertenecía a la ya mencionada amiga Teresa, a la que un amante mayor y experimentado se lo trajo desde tan nórdicas latitudes. El uso que le dieron fue escaso, y ahí quedó Moradín, con las pilas puestas, lo que dañó su delicada estructura interna y acabó con su aristocrática vibración. Pasaron los años y yo tuve a bien necesitar un artefacto de este estilo, por motivos que no detallaré. Así que Tere graciosamente me lo cedió. Moradín y yo vivimos momentos felices juntos, desarrollando una relación no basada sólo en el sexo sino que también en la confianza mutua y en el cariño incondicional. Él no era sólo un objeto para mí, tenía personalidad, y un lado femenino desarrollado que se expresaba en su consistencia firme pero suave y en su juguetona tapita fucsia. Por eso fue un shock cuando la Pilar me llamó y me lo pidió para un casting. No me pude negar... Mal que mal estaba supuestamente en préstamo, y ella era amiga de la Tere. Lo pasó a buscar en un pésimo momento, en el que mi (ex) novio se iba de mi casa para siempre. Y cuando vio a este bello objeto en la mesa del comedor, mi (ex) novio no quedó nada contento. Asunto de rivalidades. Y fue así cómo también Moradín me dejó ese día, aunque yo sé que no fue por su propia iniciativa. Él era fiel, leal, jamás me había fallado antes. Pero lo entregué sin pensarlo, quizás movida por un intento de potenciar su carrera artística para que todos lo apreciaran como yo lo hacía. Esperé en vano algunas semanas, la verdad no sé cuánto tiempo, me parecen siglos. Hasta el fatídico encuentro en el cumpleaños. Y ahí supe la verdad. Esa tarde Pilar fue a un estreno en un cine. Mostró a Moradín por ahí, incluso Aline Kupenheim lo sostuvo entre sus bellas y estilizadas manos. Terminada la función Pilar se subió a su moto y partió. Cuando llegó a su hogar se encontró con algunas amigas. En medio de la parranda quiso exhibir a mi preciado Moradín, y vio con horror que ya no estaba en su bolso. Se había caído en el camino. Me gusta pensar que no se cayó, sino que trató de venir a mi encuentro y se lanzó de manera voluntaria. Pero ya no está conmigo... Si alguien se lo encuentra en Bilbao, cerca del cine Pedro de Valdivia, por favor postee un comentario. Ofrezco recompensa.

4 comentarios:

Unknown dijo...

excelente historia!!!

te felicito por la amistad con tal aparatito...Vivo cerca de donde lo perdiste pero no he tenido el honor de encontrarme con él.

saludos

witch dijo...

Yo no lo he visto ni lo conozco, pero me ofrezco para hacer un cartelito con su foto y el texto: "SE BUSCA DESESPERADAMENTE" Puedo pegarlo en los árboles y postes cercanos al lugar donde se extravió!

G. dijo...

encuentro un poco mmm ñaqui eso de copartir tan noble aparato entre amiwis, menos si la dueña original lo uso en pareja...pero creo que puede ser un gran aliado...nunca he tenido uno ... pero quien sabe? alomejor me encuentro a moradin por ahi.

besos

G.

pd. exelente nombre jjajaja

Simone dijo...

Jajaja, con mi amiga hemos compartido mucho... Pero si lo piensas, es menos tóxico que meterse con algún ex de tu amiga, donde en rigor haces lo mismo que con el préstamo de Moradín y con mayores implicancias éticas. Además Moradín fue debidamente limpiado, desinfectado y puesto en cuarentena. Jejejeje.