1/19/2008

Francia es distinta

Ya llevo cinco meses en esta ciudad, y creo poder hacer algo así como un catastro de cosas buenas y malas en comparación con Chile. Primero, las cosas buenas que podríamos copiar:

1. El pan

Si, ya sé, no hay como una buena marraqueta, o una hallulla recién salidita del horno, o mejor todavía, una dobladita playera de esas que dejan la bolsa de papel transparente de tanta grasa que tienen. Pero acá la baguette es deliciosa siempre, no depende de la panadería donde la compres. Y hay panes de cereales, o con tocino, o aceitunas... Rico. Muy rico.

2. Los quesos

A pesar de que igual echo de menos un mantecoso, los quesos acá se pasaron. Cuesta mucho que un queso te salga malo. Sólo me pasó una vez, y fue con un Brie de menos de 700 pesos... eso me pasa por avara.

3. El metro

El metro acá es rancio. Por lo general huele a meados, está lleno de tipos hechos bolsa que viven acá y duermen en los andenes, se pasean los ratones como Pedro por su casa... Pero te lleva a TODOS lados, se conecta con los trenes, abre a las 5:30am (cosa útil para la vuelta del carrete), y lo que más me gusta (es un gusto muy personal...) es que está lleno de ratoncitos que corren entre las vías.

4. Los hombres

Son guapos. No hay caso, son muy guapos. O sea, no todos, pero hay más que en Chile caminando por la calle. Se visten bien. Usan abrigo en vez de parka o polar, se ponen bufandas estilosas, caminan con elegancia. Cultivan un poco ese aire existencialista, a lo intelectual setentero.

5. Los libros

Baratísimos. Todo el mundo lee. En el metro la gente va con libros gordos, cabezones.

6. La música

No es que me guste la música francesa. De hecho andan medio cargaditos al hiphop, R&B y esas cosas que me sacan de quicio. Pero es muy común ver en el metro gente con instrumentos musicales. Violines, trompetas, hasta contrabajos, en unas maletitas pro y megadesign.

Cosas que hay que evitar a toda costa:

1. La costumbre rancia de mear en todos lados

Todas las calles tienen pequeños arroyitos marcados en el pavimento, donde a algún rancio se le ocurrió que podía mear. Una ciudad tan linda como esta debería estar mejor tratada.

2. Las mierdas de perro

Relacionado con lo anterior, hay algunas calles de Paris (entre la que se cuenta la mía) en las que realmente hay que andarse con cuidado para no meterse hasta el cogote en una plasta maloliente. Y no es culpa de los perros vagos (que dicho sea de paso aqui no existen). Son simplemente los perros de departamento que salen a pasear con sus dueños, y a los que los dueños no les recogen la caca. Y hay que ver que todos esos perros tienen problemas gastrointestinales, porque la variedad de colores, olores y texturas da para un estudio epidemiológico.

3. Los peinados

Si, ya sé, dije que los hombres eran guapos, y es verdad. Pero entre los adolescentes y algunos adultos, lo que la lleva es el GEL. Nadie puede ser tan ochentero... Se arman unos peinados a lo Tintín, como unas especies de crestas raras en la mitad del cráneo... Mal. Un tipo con el que salí usaba una especie de jopo rockabilly cincuentero... Lo insólito es que lograba verse guapo igual, pero a mi me da un poco de asco el pelo duro y pegoteado.

4. Los bailes

Los adultos fomes de acá juran de guata que todo lo bailable es rockandroll. Puede ser el rap más descarado, van a agarrar a su pareja y a ponerse a dar vueltas por la pista, obviamente empujando a todo el mundo y descoordinándose de manera penosa. Y los adolescentes bailan una cosa muy híbrida, que es como el descendiente abortado del breakdance: la tektonik. De verdad es muy rara la cuestión, como que hacen mariguancias con los brazos y mueven las piernas como si las tuvieran dislocadas a nivel de las rodillas. De muestra, mirense el videíto: http://www.youtube.com/watch?v=VqRR10Xy3GU

(sirve para ilustrar el tema del peinado)

5. El servicio al cliente

Pésimo, todo se demora, todo es carísimo, el envío es una talla (de 10 a 30 días para un horno... y ni siquiera te dicen a que hora vienen...). Y más encima, para llamar al famoso servicio te cobran extra. Puaj.

Cosas parecidas... pero levemente distintas

1. "Royale with cheese"

Sip, es tal y como dicen en Pulp Fiction. Y acá la Fanta no tiene colorantes, asi que es amarilla pálida en vez de naranja fluorescente, pero tiene el mismo gusto.

2. Los cajeros automáticos

Acá, tienes que sacar la tarjeta antes de sacar la plata. Así no se te queda la tarjeta. El tema es que ya dos veces casi casi se me ha quedado la plata...

Y bueno, hay hartas más cosas, pero estas son las que me acuerdo ahora.