8/19/2006

McDreamy

Soy enferma de televita. Y una de las series que me tiene cautivadísima últimamente es Grey's Anatomy. Para los que no la ven: típica serie de doctores, en donde la protagonista (Meredith Grey) se enamora del guapísimo doctor que adorna este post. Ella y sus amigas le dicen "McDreamy", por lo rico. Y bueno, le resulta. Se aman. Todo bien. Hasta que aparece la señora oficial de McDreamy, que cobarde él se había olvidado de mencionar. Y ahí queda Meredith, botella y sufriente. Y la mujer oficial sufre también, porque por más pino que le pone, el famoso McDreamy sigue enamorado de Grey y no la pesca ni en bajada. Pero obviamente no hace nada. Nada de nada. Estático. Hasta que Meredith se mete con otro, y claro, él la trata de puta, suelta, etc. Y claro, ahí engancho yo. El tipo es un cobarde mamón capaz de sacrificar toda su gris existencia con tal de no hacer olitas. Un miserable perro del hortelano, incapaz de comer y muy preocupado de que nadie más coma. Ajjj. Es el dedo en la herida para mí. Estoy en mi cruzada personal en contra de la cobardía, de la que me rodea y de la propia. Tengo mi propio McDreamy (lo menos Dreamy del mundo, pero en fin) que me hace morir de amor. Pero es cobarde. Muy cobarde. Con eso me hiere, y mucho. Puta que duele. Y más me duele saber que su cobardía me hace cobarde, porque no logro sacarlo de mi vida. Me da pánico. Las veces que he tratado de extirparlo me ha dolido demasiado. Pagaría por cauterizarme el pedazo de cerebro donde lo tengo incrustado, algo así como un remake del Eterno Resplandor de una Mente sin Recuerdos. Pero no puedo. Y mientras él sigue con su aburrida vida, en la que yo soy un accesorio entretenido y brillante pero muy innecesario, yo trato con todas mis fuerzas de olvidarme de él, de que su gordura no me enternezca sino que me repugne, de que su cobardía finalmente me decepcione, de lograrlo ver en toda su liliputiense realidad. Y no puedo. Con todos sus apestosos defectos, sigue siendo mi McDreamy. Pero voy a erradicarlo, como sea. No quiero que su cobardía me haga mierda. Ni quiero seguir siendo cobarde. Así tenga que morirme un rato de pena. A Meredith todavía no le resulta. Habrá que ver si tengo mejor suerte...

"La cobardía es asunto de los hombres, no de los amantes"
Silvio Rodríguez

4 comentarios:

Unknown dijo...

querida....

que hacer para escapar de tal chico cobarde....

si es cobarde ahora lo será siempre. Que penca un hueón así.

Trata de abrir los horizontes....hay otros no cobardes buscando amar y que también tendrán una gordura fascinante para ti.

estoy segura

Simone dijo...

En general me cargan los gordos. Sé que es una patudez dada mi gordura, pero qué se le va a hacer. Sólo este gordo me ha gustado de esta manera. Ya van varios años... Ojalá quede poco más de esto.

Princesita Malcriada dijo...

mmm
galla
te entiendo completamente...hay amores sobre todos los malos amores que son los que cuestan mas erradicar y olvidar...y es por lo mism, por k son un mal amor, por k despues de llorar mucho y ellos tiren un poco de amor como k todo cambia, pero se logra...te juro que si...

lo logrars...

ademas los hombres tieden a creer que una vez de ellos tamos cagadas...muchos tiene el valor de que despues de que la relacion se acaba, y ellos estan en una nueva relacion y saben que uno hizo lo mismo son capaces de tratarte como una real puta y mala persona...son muy barsa...no todos, pero si bastante...
asi k...es no mas....hay k poner limite a eso y k esas palabras no interfieran en nuestro ser...



pd: soy fanatica de las series y esta es una de mis favoritas, hoy es el final de temporada...


besos

chaus

witch dijo...

Hace rato que no sé qué decirte respecto de este tema. Ya sabes lo que pienso.
Sólo puedo decirte que te admiro por ser tan valiente y decidir cortar lo innecesario. Tú bien sabes que a mi no me ha tocado mucho ese rol, más bien me toca el opuesto... Bue...
Por cualquier cosa, aquí estoy.